La Ciudad de México es indudablemente una metrópoli extremadamente vibrante y sutilmente encantadora. Sus calles y avenidas están plagadas de rincones majestuosos, que hacen de tus paseos un momento divertido e inolvidable.
Uno de esos espacios con que podrás deleitarte es el Paseo de la Reforma; una icónica y muy concurrida avenida que atraviesa diferentes colonias, como lo son Chapultepec, Juárez y Zona Rosa, con una extensión que cubre los 12 km aproximadamente.
En cada caminata y exploración, tanto capitalinos como visitantes pueden apreciar sus inigualables glorietas, fortalezas, palacios de época, museos, casonas con un aire ecléctico, bulevares con aspecto francés y rascacielos muy al estilo art déco.
Tiene el paseo de la reforma historia sin igual; ya que, cuenta un sinfín de anécdotas que le han dado forma a cada calle y avenida, las cuales han sido testigo fiel, a lo largo del tiempo, de los diversos acontecimientos que han marcado el país.
Esta colosal avenida conocida como Paseo de la Emperatriz fue construida en 1864, inicialmente por mandato del emperador de México Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota Amalia de Bélgica; quien, de acuerdo a diversas leyendas, esta le reclamaba su ausencia en el castillo, a causa de las malas condiciones del camino, que le impedían su llegada.
En esas épocas, Reforma era simplemente un camino de tierra lleno de árboles y arbustos, con una gran extensión de bosques y algunas rancherías. Por lo que el emperador decidió darle vida al paseo para conectar el Castillo de Chapultepec con el Palacio Nacional.
La construcción de esta vialidad tuvo gran influencia de la arquitectura y paisajismo europeo, que le dio espacio a una espectacular avenida con enorme extensión de caminos, llenos de árboles frondosos y amplios camellones, que van ornamentados con esculturas y fuentes para darle elegancia y brillo.
No obstante, tras la derrota del emperador Maximiliano en 1867, y luego del retorno al poder de Benito Juárez, al paso del tiempo se cambió el nombre al de Paseo de la Reforma (1872), en honor a las reformas realizadas bajo su presidencia.
La capital mexicana está rodeada de distintos monumentos y edificios que se ubican a lo largo de Reforma embelleciendo cada espacio por lo que cientos de personas exploran día tras día para crear hermosos recuerdos.
El Castillo de Chapultepec es un punto referente que ha vivido diferentes etapas históricas: en un principio fungió como colegio militar hasta el bombardeo por parte de Estados Unidos (1847), luego pasó a ser la residencia imperial de Maximiliano y Carlota, así como de vivienda presidencial de varios mandatarios como Porfirio Díaz.
Siendo en 1939, cuando finalmente es declarado como sede del Museo Nacional de Historia; convirtiéndose en un espacio cultural para mostrar los diferentes períodos que marcaron la historia de México, desde la conquista española, la guerra de Independencia y el arribo del siglo XX con sus innovaciones.
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Otro monumento distintivo dentro de la avenida paseo de la reforma es la hermosa fuente monumental de la Diana Cazadora, conocida también como La flechadora de las Estrellas del Norte.
Ubicada entre las calles Sevilla y Mississippi, fue diseñada por el arquitecto de la época Vicente Mendiola Quezada, mientras que la escultura que representa a la diosa griega Artemisa (Diana <romana>), fue elaborada por el escultor Juan Fernando Olaguíbel.
Un símbolo altamente representativo para la ciudad es el Monumento a la Independencia, también conocido como El Ángel de la Independencia, el cual se encuentra ubicado en una glorieta de Reforma, entre las calles Florencia y Río Tiber.
Se trata de una representación de la Victoria Alada (un simbolismo dentro de las mitologías griega y romana), que fue inaugurado en 1910 bajo el mando de Porfirio Díaz, para conmemorar el centenario de la lucha de independencia del país.
La estructura mide alrededor de unos 45 metros y está construida con un pedestal de piedra y la escultura elaborada en bronce, portando en una mano la corona de laurel y en la otra una cadena con tres eslabones.
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El imponente Monumento a Cuauhtémoc (águila que desciende), fue encargado por Vicente Riva Palacio (ministro de fomento de Porfirio Díaz) en 1877, para honrar a quien fue el último tlatoani mexica.
Está ubicado en la zona más norte, entre el cruce de la avenida Insurgentes y el Paseo de la Reforma, está constituido por una estructura de piedra que soporta la escultura en bronce del emperador Cuauhtémoc, ataviado con un traje de gala, con un penacho y una flecha sostenida en su mano derecha. A sus pies se le ve custodiado por ocho esfinges de leopardos.
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Es uno de los cruces viales más populares ubicado en la zona más céntrica de la capital mexicana.
Insurgentes y Reforma, como también se le conoce, es la vialidad más grande y transitada de toda Ciudad de México, y en su extensión, se encuentra gran parte de las áreas corporativas, residenciales, así como también las comerciales.
Durante el recorrido podrás apreciar diferentes monumentos como el dedicado a la Madre y a otros cientos de personajes ilustres de la nación, incluyendo la sede del Senado de la República, así como también, una serie de museos que son imprescindibles visitar.
Así mismo, en las adyacencias se encuentra un atractivo artístico como los es el Jardín del Arte; una galería al aire libre en donde se exponen y comercializan las obras de distintos artistas creadores, como pintores, fotógrafos, grabadores y escultores.
También, en la periferia es posible apreciar las colonias más famosas y encantadoras como la Condesa, Roma y Juárez, esta última cuenta con los mejores hoteles en Paseo de la Reforma, para deleitar la estancia.
Además, la avenida los Insurgentes, a lo largo y ancho, te regala pequeños rincones verdes que te darán un respiro para poder recorrerla completamente y llenarte así de todo su encanto e historias invaluables.
El Paseo de la Reforma está muy bien ubicado y puede accederse muy fácilmente a través de 3 estaciones del metro: Hidalgo, Garibaldi Lagunillas y Auditorio, dependiendo de a qué altura sea tu destino.
Para llegar hacia la estación Hidalgo, están disponibles dos líneas que convergen en esa estación; una de ellas es la línea 2(color azul) que comienza con dirección Cuatro Caminos hacia Taxqueña y la línea 3 (color verde), que inicia en Indios Verdes hasta Universidad.
Entre tanto, la estación de metro Auditorio está ubicada en la línea 7 (color naranja) que va desde El Rosario hasta Barranca del Muerto, y la estación de Garibaldi Lagunillas, perteneciente a la línea 8 (color verde), que inicia en Garibaldi hasta Constitución de 1971.
Desde su construcción y progresivas transformaciones, el Paseo de la Reforma fue concebido para ofrecer una experiencia única e inolvidable para cualquier espectador, tanto adulto como joven, locales y foráneos.
Es por ello que la administración de la ciudad se encarga de mantener viva la imagen, al vestir a Reforma perfectamente para cualquier ocasión.
Lo vemos constantemente durante el año al estar adornada con flores de temporada, así como también durante las fechas festivas y conmemorativas, como en el Día de Muertos, donde es engalanada con las icónicas flores de cempasúchil.
Otros momentos magníficos e imperdibles son, durante las fiestas patrias y decembrinas, con las coloridas y divertidas decoraciones en edificios, calles y avenidas, que ofrecen grandes dosis de alegría, tanto a niños como adultos.
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Así mismo, además de la gastronomía, México se caracteriza por su peculiar vida cultural y artística, que es muy apreciada a nivel mundial.
Por ese motivo, durante los numerosos festivales, el Paseo de la Reforma se prepara para convertirse en una majestuosa sala de exposición y eventos, que le da paso a las obras y propuestas de diversos artistas, tanto de la escena nacional como internacional, dejando un gran sabor en el paladar cultural.
Sin duda alguna, recorrer el Paseo de la Reforma, ya sea a pie, en bici, solos, con familia y amigos, un domingo o durante la ajetreada semana, es una experiencia única y majestuosa.
Solo tienes que sentirte libre y fluir a través de esa atmósfera encantadora, capturar hermosas fotografías y llenarte de gratificantes recuerdos.